Todo empezó en 2003, cuando Leandro Lacerna (guitarra, voz y batería); Luis María Cabezas (en bajo); Gonzalo Elizondo (voz y batería); Fernando Cremaschi (congas, pandereta y voz) Josué Leitón (batería y voz); Darío Larrondo (teclado y voz); Rodrigo Puy (percusión, batería eléctrica y voz); Facundo López (guitarra y voz) y Fabián Gozalves (güiro ), se conocieron en la carrera de producción musical, en la Universidad de San Luis. Si bien algunos de ellos venían de diferentes lugares (como Buenos Aires y Santa Fe, ya que el resto son de Mendoza), la idea de formar un grupo surgió apenas se conocieron.
Primogénitos de la generación Cha Cha Cha, el animé y la revisión kitsch de productos Clase B, Los Coholins surgieron de la ruidosa convivencia en un departamento para universitarios, impulsados por las ganas de salir del aburrimiento de las siestas puntanas y armar fiesta.
A partir de 2003, si bien fueron cambiando entre tres y diez integrantes, la banda-orquesta terminó componiendo canciones propias con un vestuario alocado que se extendía hasta aquel que ayudara como sonidista, como aquella vez en que un operario terminó luciendo una falda floreada.
La banda pronto fusionó casi caprichosamente rock, cuarteto, baladas románticas, aunque las bases fueran siempre la cumbia, el humor y la puesta en escena. Una vez recibidos, decidieron llevar a Los Coholins a un nivel cada vez más delirante, pero con un sonido muy profesional, convirtiéndose en una extensión, por un lado de sus inquietudes académicas y por otro, de las ganas de romper moldes.
Asi la banda dejo de tocar como algo menos serio, y a raíz de una mayor demanda, consiguieron mayor continuidad de toques. San Luis, Mendoza, y hasta Buenos Aires -entre otros lugares- son los diferentes escenarios en los que los muchachos han sabido ir ganando la mano, y sorprendiendo a cada persona que va a verlos, logrando afirmarse como una banda en ascenso, que busca romper barreras, vinculados siempre al humor delirante de sus canciones.
Los Coholins han realizado más de 250 presentaciones en vivo, en boliches, pubs, teatros, fiestas privadas, festivales, radio, televisión, colegios, comedores comunitarios, penales, entre otros puntos del país. En sus recitales puede pasar de todo: desde una pelea entre ninjas, sketches francellescos hasta una coreografía de Club 54.
En su periplo de cinco años, ya tienen editado dos discos, «Fiesta búlgara» (2003) y «Callate si tu abuela se llama Carlota» (2004) y un tercero, pronto a dar a luz.
Ambos discos han sido grabados, producidos, mezclados y masterizados de manera independiente por Los Coholins en su propio estudio de grabación, Luigi Sabitacione.
Desde el debut de la banda en el Colegio Universitario Central, la evolución estética, esencial para la banda, ha sido su constante, mutando desde la idea de reconstruir la cumbia clásica del depurado estilo Ráfaga, a introducir otros ritmos populares que fácilmente bailaría los mismísimos Alfredo Casero, Gustavo Noriega y Lía Cruset.
La combinación de tantos factores, de show, musica, integrantes que rotan sus instrumentos, puestas en escena, vestimenta, coreografia , carisma, talento y todo lo que ocurre dentro del mundo coholins hacen q la aceptación del público sea notable más allá de la edad y el lugar geográfico.
El show es de 45 min aprox, donde se pueden ofrecer covers de rock/pop o bien un set de covers de cumbia y cuarteto y son 6 integrantes.
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